La Segunda Imaginaria en el año 1966

Pues seguimos contando las historias de los imaginarias.

Pasadas esas tres primeras horas de angustia, se trataba de localizar el "catre", "camastro" ó "litera" en el que dormía ese segundo imaginaria.

Había que llamarlo 15 minutos antes de la hora, para que le diera tiempo a vestirse y "armarse" de su bayotena, arma esa poderosísima para aguantar cualquier embate.

A la 1h. de la madrugada, costaba lo inimaginable para hacer levantar y levantarse de la cama y empezar a hacer funcionar las pocas "neuronas" de que disponíamos.

Los ronquidos, la calor, el olor a "humano" y otras delicias, hacían que te entrara un sueño de medo.

A mas, había que contar con la iluminación de que se disponía. Una bombilla, a lo sumo de 25 watios para iluminar el ambiente.

Solía ser en esa imaginaria cuando pasaba el oficial de guardia, con alguno de la guardia, que entraba a la compañía y si no lo detectaba el imaginaria, era como muy normal que se llevara algún mosquetón del armero al cuerpo de guardia.

Huuuyyyyyyy... a la mañana siguiente, ya se le había caído el pelo al pobre imaginaria y encima, todos los números, para pasarse unos días en el calabozo.

No obstante, aparte de eso, no había mayor penuria, pasarse las tres horas como podías y al acabar, ale, a coger el sueño (si podías).

Mas adelante hablaremos de la tercera imaginaria

Yo no añado nada más. En la primera me colé y ya dije que las imaginarias  que hice en el CIR 14, en el Segundo Batallón y en la Octava  Compañía, por la gracia del furrier me solían, no, me tocaba siempre la segunda.
Saludos desde Almería.

De segundas imaginarias, por suerte no me tocó ninguna. La segunda era bastante dura por el horario asignado a la segunda imaginaria. Imaginaria!!!. Voy!!!.