Mi llegada al Palma 47

Ese día, tras haber dormido en casa mi familia de acogida de Mallorca, Antonio me llevó al Palma 47. Me dió un fuerte abrazo y me recordó:

- Cualquier cosa, llama a casa.

Me presente al cabo que estaba en la garita de la entrada y me dijo que pasara al patio de armas, junto al cuerpo de guardia.

Había muchos mal soldados destinados en el Palma 47. A la media hora vino el sargento José Cantalapiedra Moreno y nos fue preguntando si conocíamos nuestro destino. A llegar a mi le respondí:

- Mariano Rivera: Bibliotecas.

A lo que respondió:

- ¡Hombre!, el niño bonito del Tte. Capellán.

Los otros rieron, pero la mirada del sargento cortó cualquier chanza. Me acompañaron a la Unidad de Destinos, donde me indicaron mi litera y taquilla. Coloqué las cosas y me vestí de faena. Cuando acabé el furriel me dijo:

- Lo otros bultarracos los hemos llevado a su destino. Me han dicho que tu esperes en la compañía al Pater.

Esperé quince minutos y vi acercarse a D. Antonio Alomar.

- A la orden mi teniente - Exclamé.

- Buenos días Mariano, vamos a ver al Teniente Coronel para que te conozca. - me dijo.

Subimos las escalera junto al cuerpo de guardia al prime piso. giramos a la izquierda, y e llamó al primer despacho de la izquierda pidiendo permiso.

Era una mesa retorneada de estilo mallorquín y una silla a juego. Dos sin reposabrazos estaban delante. 

- Mi Teniente Coronel este es el soldado del que le hable para el R. E. S. Yo me cuadré y dije:

- A la orden mi Tte. Coronel se presenta el soldado Mariano Rivera Vázquez.

El Teniente Coronel me mando descanso. Aún no era Tte. Col. Mayor, pues ese cargo lo ocupaba el Tte. Col. Melchor Oliver Pascual. Ambos hablaron sobre el R.E.S. y me preguntó:

- ¿Sabes para que has venido aquí?

- Para ocuparme de las bibliotecas mi Tte. Col.- respondí.

Riendo me dijo: 

- Además de para eso, has venido para ayudarnos con el artículo 115 de la Reales Ordenanzas. Toma lee en voz alta y apréndelo de memoria.

Cogí el libro con tapas de cartón amarillo claro con el águila de San Juan y la cruz de Santiago. Busque el 115 y leí:

- "Hará cuanto pueda por mantener y elevar la moral de las unidades y lograr su confianza, sin olvidar que las necesidades del soldado o marinero han de ser su preocupación constante. Facilitará el enlace entre el mando y sus subordinados y dará la importancia debida a las relaciones humanas dentro de la unidad".

- Por eso estará con nosotros en el R.E.S. - replico el Tte. Col.

- Yo me quedé mirando al Tte. Capellán mientras pensaba:  Y eso que en mallorquí "res" significaba "nada".

Un saludo.
Mariano Rivera